domingo, 28 de marzo de 2010

El Secreto


El Secreto
Bueno, hice maldad. Tomé este famoso título porque al igual que con el popular librito/video, te ibas a tentar a leerlo. La verdad a mi me impresionó el video ese. No por su contenido, si no por su intención. Ellos hablan de la ley de la atracción, entonces, si lo deseas, lo tienes. Y este "secreto" había sido cuidado celosamente, porque pertenecía a pocos, solo a gente exitosa, famosa, a aquellos que se supone que tú aspiras a imitar. A los gringos les encanta eso: "lo quieres, lo tienes, YA".

Lo quieres? Pues lo tienes. No importa quien provee. No importa quienes son explotados para que finalmente llegue a tus manos. Para esta gente, la riqueza solo proviene del deseo. No viene de la naturaleza y sus ciclos, no viene del saqueo de la tierra ajena, de la contaminación, del desvelo del otro. Es la ley de la atracción simplemente operando, dicen ellos. Es el Universo girando alrededor tuyo con sus fuerzas secretas a tu servicio. Osea, es una apología al egocentrismo.

Mucha gente convincente y dotada te hará sentir que bien pagaste esas lucas por obtener ese video porque -imagina- muchos pagaron con su vida y perdieron su paz para que ese conocimiento llegara a tus manos. Ahora tan solo deséalo y lo obtendrás, y ese es un mensaje de esperanza y de bondad, porque además, desde ahora todos podrán poseerlo. Entonces ellos serían los buenos que por unas pocas monedas compartirán el don de la salvación y la felicidad. Pero el 2009 fui testigo de cómo algunos amigos tristes pusieron su fe en "El Secreto". Hay algunos a quienes acompañé durante semanas en el sueño de "El Secreto" por lo que puedo atestiguar que no consiguieron nada de allí. ¿Porqué? porque "el secreto" es el éxito de quienes lo escribieron. No es el éxito tuyo, porque en eso consiste "El Secreto". Satisfacieron tu necesidad desesperada de poder y control, y este es un negocio redondo. Entonces el secreto en verdad es una empresa, y el video es su producto, como la pulsera de Omarcito, pero al estilo de los gringos, con la capacidad de hacer una gran inversión pues, mas que mal, ellos fabrican el dinero.

Pues bien, les voy a compartir mi secreto. Pero mi secreto no viene de un tesoro oculto, ni es sobreviviente de complots y persecusiones ancestrales. Ni vale tanto dinero porque no pertenece a ricos ni a famosos. Más bien se obtiene por sabiduría simple y ruda. Esta sabiduría viene del sufrimiento, porque lo estoy aprendiendo por simple ensayo y error, por transgresión, por estupidez, por esas soberbias que se pagan caro. Lo estoy aprendiendo cada vez que me caigo, que me avergüenzo, que fracaso. Cada vez que creí que podría dominar a la vida, que podría controlarla, sin darme cuenta que la vida una y otra vez juega no solo conmigo, sino con todos nosotros, y esa es la única razón por la que el secreto será posible para todos, porque todos compartimos mas de alguna vez esa experiencia.

Este año adquirí el secreto, y este es que no tendré el control total de mi vida, porque nada de lo que yo decida simplemente lo decido solo por mi. El secreto es que cada vez que deseo, lo hago tambien por todos los demás, y los demás lo hacen por mí, y eso me hace responsable e impredecible aunque no quiera. Cada vez que compro ese objeto y arrojo el envoltorio a la basura sin mirar donde irá a parar estoy creando el mundo cotidiano en el que vivo.

Imaginen tambien lo complicado que es cuando los otros tambien siembran en la tierra común sus deseos. Muchos deseamos sentirnos seguros, protegidos. Sembramos fortalezas para ello, pero como vimos, la tierra se moverá bajo nuestros pies, y nuestras obras se vendrán abajo simplemente porque la vida lo ha dispuesto así, y entonces la fachada se derrumbará, seremos desnudados y seremos lo que nada más somos, y en el mejor de los casos, la mentira dejará de tener sentido. Aparecerán mis miedos verdaderos, mi rabia, mi desesperación, mi paranoia, mi soledad o mi mas hermosa luminosidad.

El secreto es que estamos aquí para darnos cuenta que vamos siendo algo tan distinto a lo que se supone que somos, porque ni siquiera somos algo constante. Y es tan dificil retenerlo porque tanta gente pretende que creamos una y otra cosa... y en tanto movimiento, como no sentir ansiedad o confusión, y claro, vienen los mercanchifles y hacen oro de eso. Entonces exageramos y exacerbamos nuestra identidad como si eso le diera quietud al vértigo de vivir siempre al filo de la muerte, allí donde revienta la marejada. Tal vez por eso a veces nos sentimos tan ofendidos cuando nos dicen lo que tenemos quen hacer, porque gastamos mucha energía en no ser el tonto en la colina, en ser "alguien". Nos ofende porque reabre nuestras heridas hijas del desamor.

Pero somos pasajeros, y eso si que lo compartimos todos. Somos hermanos cuando la loca carrera individual por sobrevivir pierde el sentido, porque nos vamos dando cuenta de no podremos hacerlo sin los demás. Tanta torpeza tendremos que cometer para darnos cuenta, que lo mas simple y directo es lo que nos hace una comunidad. Empiezo a existir cuando me miras, empiezo a sentir cuando me tocas, tengo valor cuando me abrazas, descubro tu importancia ahora que no estás, descubro el engaño cuando observo cómo aquello que tanto valoraba simplemente se venía abajo en la oscuridad de la noche.

El secreto es que si lo quiero para mi, lo tengo cuando tú me lo das, y si quiero sentirme digno de pedírtelo, primero tengo que darlo, y mas aún, lo recibiré y lo mantendré mientras la vida así lo quiera. Si no hemos podido entenderlo es porque tantos niños y niñas que luego se hacen hombres y mujeres, sienten temor, rencor y deuda, y buscamos aun repararlo. Cometemos toda clase de experimentos, provocamos constantemente las oportunidades y nos obsesionamos con ello. No es torpeza meramente: de esos intentos finalmente adquiriremos la sabiduría, cueste las vidas que nos cueste. Si quiero retener la lección, deberá dolerme tanto que el estímulo sea capaz de superar el umbral de mi insensibilidad. . Y todo esto no sería posible sin tí. Será por eso que intuimos que el amor está en el encuentro. El don es que venimos dotados desde niños y niñas para buscar ese conocimiento en el encuentro con los demás, está en nuestros instintos. El resto lo aporta la maestría de la vida, misteriosa, implacable.

Para el pensamiento gringo esto es conformismo. En la cultura andina esto es la humildad, la reciprocidad, el ayudar y la confianza en la vida. Solo a los últimos los considero más cercanos y capaces de convivir con el resto de la vida en el planeta, simplemente porque describen lo que simplemente sucede, en vez de especular con nuestros anhelos a cambio de unas monedas.

Por eso pienso que, a diferencia de "El Secreto", las cosas no se atraen meramente por capricho, sino mas bien, son prestadas con compromiso a la sabiduría.

Por mi parte, saludo, sonrío, agradezco, abrazo, guardo silencio, bebo unas copas, presto atención, tiendo la mano, pido perdón, hago estupideces y trato de arreglarlas, y comprendo que volveré a caerme. Como eso podemos hacerlo todos, parece que en algunas cosas importantes somos uno y a pesar de que estamos cambiando constantemente, la vida de vez en cuando nos muestra algunos ejes a considerar. Si eso era un misterio que hoy se ha develado, no necesitamos pagar por ningún secreto, porque parece que venía incluido con la vida.

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